Las válvulas de proceso son válvulas de esfera grandes, de compuerta o de mariposa, que controlan el caudal de
vapor, aceite, agua o gas en las centrales térmicas. Su manejo, teniendo en cuenta las grandes potencias implicadas,
recurre a la fuerza y la fiabilidad de la hidráulica.
Existen dos tipos de válvulas de proceso:
APERTURA/CIERRE o
REGULACIÓN. El primer tipo se puede manipular
con válvulas solenoides
TODO-NADA. El otro tipo mediante válvulas servoproporcionales o sistemas de control
de eje, que regulan su apertura y las mantienen en posición en función del consumo de potencia preciso demandado
por el sistema. El control de posición preciso permite que el sistema funcione dentro del rango operativo en el que
el máximo punto de
eficiencia eléctrica es alcanzado, impulsando todo el proceso de producción de energía. En
ambos casos, el rango Atos de componentes electrohidráulicos antideflagrantes o industriales permite cumplir
los requisitos en entornos no clasificados o en zonas clasificadas potencialmente explosivas.
Considerando su papel dentro del sistema y el peligro potencial que pueden generar en caso de una parada
repentina, las válvulas de proceso se clasifican de acuerdo con la reacción deseada si se produce un evento
inesperado, que podría desembocar en un estado de emergencia:
- FAIL CLOSED, la válvula se cierra completamente
- FAIL OPEN, la válvula se abre completamente
- FAIL LAST, la válvula mantienen su última posición accionada
Atos, avalada por su larga experiencia en el sector energético, diseña unidades de alimentación individuales y
otras con arquitectura redundante, integrando componentes de seguridad hidráulicos, en cumplimiento de
directivas internacionales y requisitos de aplicación. Asimismo, la personalización abarca la selección de
tensiones de alimentación para las válvulas solenoides, proponiendo soluciones para aplicaciones alimentadas
mediante alimentación de la red y con paquetes de baterías de reserva en caso de producirse un apagón.